Una buena idea puede valer mucho dinero, por eso es fundamental protegerla frente a terceros. Las patentes son una protección jurídica que otorga el derecho de explotación exclusiva al dueño de la idea. Este mecanismo es también un fomento al desarrollo económico y tecnológico tanto entre países como organizaciones. Al patentar ideas, además, se promueve la competencia a todos los niveles.
¿Qué se puede patentar?
La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEP), dependiente del Ministerio de Industria Comercio y Turismo, reconoce el “derecho de explotar en exclusiva la invención patentada, impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin consentimiento del titular”. Pero no todo es patentable. La OEP señala estos requisitos:
- La idea a patentar debe ser novedosa y no tener divulgación previa.
- Debe basarse en una actividad inventiva; si es algo obvio, abstenerse.
- Debe ser físicamente posible de fabricar.
¿Cómo solicitar las patentes?
Para presentar la solicitud de la patente se deben recopilar todos los aspectos en una documentación, junto con los datos del solicitante y una descripción detallada de la idea y sus reivindicaciones. Junto a la entrega se deberá pagar un coste a modo de tasa.
Con la presentación se buscan posibles patentes parecidas a la solicitada. La siguiente fase después del período de análisis es el examen de fondo. La OEP definirá si se cumplen con los requisitos que se exigen en el Convenio sobre la Patente Europea.
Si la patente finalmente se concede, esto se comunica en el Boletín Europeo de Patentes y desde ese momento se hace efectiva. Luego requerirá validación en los distintos estados. Además, inmediatamente se abre un plazo de nueve meses para presentar oposiciones que, de suceder, se pueden impugnar o recurrir.
Para recorrer el proceso de la mejor manera se recomienda contar con asesoramiento legal.
Periodismo y redacción creativa. Estudié Cs. de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires.