El patriotismo empresarial es una tendencia que a lo largo de la historia ha sido abordada por diferentes naciones e industrias a la hora de combatir las crisis, consiste en una serie de políticas económicas orientadas a proteger e impulsar el consumo interno, contemplando una mayor fuerza de trabajo, así como la formación de capital interno en un mercado nacional. En el pasado el patriotismo empresarial ha dejado en evidencia su necesidad de erradicar la dependencia económica de otras naciones extranjeras.
Para entender el patriotismo económico, es necesario evaluar su evolución histórica, ya que a lo largo de las civilizaciones, ha sido aplicado en diferentes crisis históricas, caracterizándose por la imposición de ciertas restricciones a los movimientos del trabajo, teniendo además, un impacto directo tanto en los bienes, el capital y los aranceles, ya que busca desligarse por completo de la globalización, sobre todo en lo que se refiere a los beneficios del libre comercio sin restricciones.
El nacionalismo económico, como también es conocido el patriotismo económico, suele aplicar una serie de doctrinas económicas como lo son el proteccionismo y la sustitución de importaciones, ambas derivadas de la influencia directa que ejerce el Estado, aplicando por consecuencia un modelo centralista, que no solo modificaría la economía de una nación, sino que perdería la capacidad de darle autonomía a las regiones para producir y comercializar.
Beneficios del patriotismo económico
Con la aplicación de un modelo como el patriotismo económico, se pueden disfrutar de una serie de beneficios que pueden delimitar tanto el comportamiento de los consumidores, como la forma de coordinar a las compañías, bien sean privadas o públicas, en ambos casos promoviendo el consumo directo tanto de bienes y servicios nacionales, dándole el protagonismo que merece a la fuerza de trabajo local.
El patriotismo económico sirve para estimular a los consumidores para que se inclinen por lo hecho en casa, además de aplicar políticas de protección de suministros y de mercado interior a través de aranceles o cuotas que garanticen mejores condiciones. Este modelo económico descarta las inversiones extranjeras para poder apoyar la actividad económica local, siendo este el objetivo básico que promueva el sentido de pertenencia y la cohesión social, así se convierte en la mejor forma de proteger intereses económicos nacionales.
Antecedentes negativos del patriotismo empresarial
Existen una serie de beneficios innegables del patriotismo empresarial, pero también se pueden detectar ciertas fallas en este modelo económico, entre las cuales destacan las consecuencias de que el consumidor desarrolle una preferencia innata en los productos locales, ya que esto da pie a que los productores locales manejen precios mayores con la excusa de darle poder al mercado nacional, trayecto consigo una tendencia al aumento de los montos regulares de los productos y servicios, en todos los niveles.
Otra desventaja del patriotismo empresarial es que en su afán de no mirar al comercio exterior, se va perdiendo vigencia en los procesos y evolución tecnológica, al punto de seguir desarrollando procedimientos obsoletos, que realmente no son competitivos con el exterior. Este escenario puede dar pie a una política de maximización de beneficios, donde solo las empresas locales una suerte de exclusividad para producir que a la larga termina limitando las opciones disponibles, mientras siguen aumentos los precios de productos locales bajo la excusa de que se debe apoyar la producción nacional.
Periodista con 10 años de experiencia en información empresarial, económica, financiera y de negocios. Apasionado por la actualidad y en búsqueda de buenas historias que contar. De todo esto y algo más hablo en www.elnegocio.es