El ministerio de Transición Ecológica encabezado por Teresa Ribera pondrá fin a la prohibición de cortar la luz y el gas a partir del mes de septiembre, así como tampoco prolongará el bono social eléctrico.
Durante el mes de abril, los autónomos pudieron acceder de forma excepcional al bono social de electricidad. Si no fuera por esta ayuda, los autónomos hubieran perdido el 75% de la facturación por la crisis generada por el coronavirus.
Sólo en caso de que se dieran circunstancias extraordinarias, la ayuda volvería. En este sentido, los rebrotes que se están produciendo en toda España, tiene preocupados a todos los agentes sociales.
La ministra Teresa Ribera considero de vital importancia regularizar la situación y declaró que «sólo tomaría soluciones extraordinarias en caso de presentarse circunstancias extraordinarias».
“Soy partidaria de poner orden en esto, y no funcionar sobre la base de medidas extraordinarias prolongadas”.
Teresa Ribera, Ministra de Transición ecológica
A su vez, consideró que es necesario “regular razonablemente para que todo el mundo sepa a qué está jugando con estas medidas” para evitar que las medidas se trasladen a terceros.
En este contexto, Ribera comento que en los últimos meses ya se había avanzado en medidas de acompañamiento con la aprobación de la Estrategia contra la Pobreza Energética con la que se hizo “prácticamente automática” la extensión del bono social energético.
Calendario de subastas para renovables
Ribera informo que el Ejecutivo anticipará un calendario de subastas de renovables a cinco años, «revisable cada año y con una horquilla» en la capacidad de megavatios (MW) que se pondrá en juego cada ejercicio, con el objetivo de dar una visibilidad a medio plazo para el sector ‘verde’.
De este modo, Ribera defiende una opción «intermedia» en la que se busca ofrecer un calendario para cinco años, «que cada año se irá revisando». «Podremos ir dando una previsión sobre cómo pueden ir evolucionando los años por venir con una cierta horquilla. En lugar de quedarte en los 3.000 MW, el año que viene irá entre 2.000 y 3.000 y el siguiente calculamos que será entre 3.000/4.000 o entre 1.500 y 2.000. Pero ir viendo eso con una cierta capacidad de ajuste, dentro de unos corredores máximos y mínimos», declaró.
En este sentido, Ribera puso en valor que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es «probablemente uno de los instrumentos orientadores de inversión más potentes», ya que ofrece «más seguridad y confianza para cualquier inversor o desarrollador dentro y fuera del país».
Esta propuesta diseñada por el Gobierno, intenta pasar por el desarrollo de unos 60.000 MW de nuevas energías renovables hasta 2030, desde los más de 35.000 MW actuales, que se articulará a través de subastas, aunque la gran mayoría se levantará sin ninguna garantía o ayuda pública y a riesgo de los inversores.
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