Según el último estudio realizado por SAGE, empresa de gestión y soluciones de facturación para autónomos y pequeños negocios, el 68% de los pequeños negocios no recuperarán sus niveles de facturación hasta el segundo semestre del próximo año 2021.
El estudio coincide con el resto de informes y estimaciones de expertos en los que se intenta prever cómo se recuperarán las actividades más castigadas por la pandemia. La mayoría concuerda que tardarán un año, sin embargo algunos más pesimistas afirman que serán tres.
La mayoría de los autónomos y las pymes optaron por el aplazamiento del pago de las deudas tributarias. Un 18% aplicó a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Y un 16% de los negocios decidió extender los plazos para la presentación de las declaraciones de impuestos.
Por CCAA, destaca la Comunidad de Madrid, donde se han aplicado un 23% de los expedientes de regulación de empleo y un 15% de solicitudes de avales públicos para la concesión de préstamos. En Cataluña, la medida más aplicada fue el aplazamiento de las deudas tributarias, seguida de la solicitud de avales públicos para la concesión de préstamos.
Gestión ineficiente
Respecto a la gestión del Gobierno durante la pandemia, casi el 60% de los negocios encuestados considera que fue negativa. Por su parte, un 13% de estos negocios afirmó valorar de manera muy positiva las medidas de financiación y liquidez.
Casi la mitad de los negocios afirman que el Gobierno debe promover nuevas baterías de medidas en materia de subvenciones y ayudas, para fortalecer una recuperación económica más rápida.
Además, un 38% de las pymes señaló que sería importante de cara a la reactivación de la economía que el Gobierno redujera la presión fiscal, mientras que un 8% de las pymes pidió encarecidamente que se amplíen nuevamente los ERTEs.
Reinventarse o morir
La reinvención será la única salida para muchos negocios. Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas (CGE) advirtió que, «ahora mismo, los autónomos deberían olvidarse de previsiones y adaptarse, en la medida de lo posible a lo que venga, porque lo sanitario es inevitable y en lo económico siempre se puede hacer algo. La clave está en no dormirse, no parar de moverse, estar en constante contacto con tus clientes porque, más adelante, lo agradecerán».
«Van a tener que aprender a dar un giro y a tirar de inventiva. No vale de nada lamentarse por el ‘cisne negro’, el elemento inesperado en la economía, que nos ha tocado vivir. Los acontecimientos sorprendentes no se pueden racionalizar. Lo que sí se puede hacer es no parar ni un sólo momento», concluyó el presidente de la CGE.
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